GORGAS Y ERMITA DE SAN JULIÁN

Localización: Sierra de Gratal. Parque Natural Sierra y Cañones de Guara. Prepirineo aragonés.
Localidad de acceso: Nueno y Arascués.
Inicio y final: Urbanización del Golf de Guara (ida y vuelta por el mismo sitio).
Punto más bajo: 765 metros.
Punto más alto: 915 metros.
Duración: 2 horas 20 minutos.

Camino de Pirineos hacia el Valle de Tena, Nieves, Denali y yo decidimos hacer una ruta de la que hemos oído hablar en la hoya de Huesca. Decidimos hacerla porque nos consta que es muy bonita, sencilla y porque no tenemos que desviarnos casi nada de la carretera principal que nos lleva hacia nuestro destino principal.
Es una ruta perfectamente apta para hacer con niños y perros.
Recorreremos un precioso barranco, veremos una rústica y austera ermita y alucinaremos con las cámaras naturales que las Gorgas de San Julián han excavado en la roca durante miles de años. Las gorgas son remolinos que forman las aguas de los ríos en algunos sitios con la fuerza erosiva de excavar profundas ollas.
Para llegar al punto de inicio de la ruta no es fácil, así que voy a transcribir tal cual la mejor explicación que he encontrado en internet. Desde Huesca, tomar dirección Jaca por la autovía A-23 y a unos 10 km tomamos la salida 372 a Nueno y Arascués. Tomamos dirección Nueno y pasado el puente sobre la autovía giramos a la derecha en dirección Nueno por la N-330. Continuamos por la carretera N-330 pasando junto al Golf de Guara aproximadamente durante 1 km hasta encontrarnos una carretera que sale a nuestra izquierda en dirección a la Urbanización Parque de Guara hacia donde nos dirigiremos. Seguimos en dirección a la urbanización del Golf de Guara, la cual bordeamos hasta llegar al extremo noroeste de la urbanización donde nos encontraremos unos paneles informativos de la ruta. El vehículo lo aparcaremos en un lateral del camino asfaltado.

Avanzamos por la pista y veremos indicaciones del camino. Aquí Denali tenía cuatro meses y hacía su bautizo pirenaico.

Al principio el camino es una ancha pista...

...que atraviesa campos de cultivo como estos almendros.

Después de pasar bajo una línea de tendido eléctrico, enlazamos con un sendero.

Allí al fondo vamos adivinando el barranco por el que transitará la senda.

Poco a poco las paredes van encerrando el sendero al tiempo que vamos girando progresivamente hacia el norte.

La vegetación se vuelve más intensa en las proximidades del arroyo.

Y por fin entramos de lleno en el barranco y las paredes nos rodean. Es un sitio alucinante, realmente bonito. En un momento dado veréis un cruce con un sendero que sube hacia la izquierda. Ese sendero lleva a la ermita. Nosotros subimos a la vuelta. Ahora disfrutaremos del barranco.

Y cuando parece que las paredes del barranco se cierran definitivamente y la vegetación invade el camino, en realidad estamos ante la puerta natural de las gorgas. Entraremos en sus cámaras salvando varios resaltes rocosos muy fáciles de superar.

En la entrada vemos un pequeño belén donde celebran misa cada 25 de diciembre.

Y aquí están las maravillosas cámaras naturales que las gorgas han ido cincelando durante siglos.

Según las paredes van ganando altura la grieta se estrecha, con lo que la luz directa del sol entra sólo en el centro del día en este bello desfiladero.

Y llegamos al final. Ahora sí que es imposible seguir a no ser que se tenga la intención de escalar. Hay que dar la vuelta y volver sobre nuestros pasos.

Nieves y Denali no podían dejar de posar en este precioso lugar.

Esta profundísima grieta abovedada es un sitio absolutamente increíble y alucinante.

Creo que de un momento a otro va a aparecer por aquí Indiana Jones...

Y ahí está la puerta de entrada a las gorgas pero ahora visto desde dentro.

Volvemos por el sendero para dirigirnos hacia el desvío que nos acercará tras una breve subida de 10 minutos a la ermita de San Julián.

Ya dije que la ermita era rústica y austera. Tan sólo es un muro de piedra que tapa una enorme oquedad en la pared rocosa.

Bueno...no me dí cuenta...foto desenfocada...en fin, este es San Julián en el interior de la ermita.

Foto final desde la elevada pradera de la ermita. Que sitio más chulo.

Ida y vuelta son poco más de dos horas. Es un sitio alucinante, perfecto para ir con niños y perros. Al estar tan cerquita de la carretera principal merece mucho la pena parar un par de horitas cuando se va camino de Pirineos.

La conclusión final es tan evidente que no me voy a enrollar ni adornar mucho.

Paraje precioso, alucinante, con aire aventurero y de caminar fácil. Que nadie, nadie, se pierda las gorgas de San Julián si pasa cerquita de ellas.