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lunes, 1 de julio de 2013

ERMITA Y BOSQUE DE CORONA

Localización: Monte Corona. Río Cares. Picos de Europa leoneses.
Localidad de acceso: Cordiñanes.
Inicio y final: Aparcamiento chorco de los lobos.
Punto más bajo: 560 metros.
Punto más alto: 640 metros.
Duración: 2 horas ida y vuelta (a ritmo muyyyy tranquilo).
Cartografía: Editorial Alpina, Picos de Europa I Macizo del Cornión. 1:25.000

En nuestra búsqueda de rutas con agua, llanitas y con sombra para que nuestras perritas no sufran los efectos de los calores veraniegos, Nieves, Denali, Kiara y yo hemos decidido acercarnos a recorrer el pequeño pero precioso Bosque de Corona. Es una miniruta prácticamente llana perfecta para ir con niños pequeños. Esta ruta no es si no un pequeño trecho del tramo sur de la famosísima ruta del Cares que conecta Posada de Valdeón con Caín.
De todas formas hoy el día se ha levantado bastante cubierto, así que Denali y Kiara no creo que vayan a sufrir mucho.
Para empezar la ruta se puede venir andando desde Posada de Valdeón, pero para los que decidan acercarse en coche, como nosotros hoy, hay que coger la carretera de Posada a Caín. Después de pasar Cordiñanes y el Mirador del Tombo la carretera dibuja un decidido descenso no muy largo hasta situarse cerquita del río Cares. Después de pasar las invernales de Sesanes llegamos al chorco de los lobos donde hay una buena zona para aparcar. El chorco de los lobos es una trampa que utilizaban en tiempos los habitantes del valle para cazar a los lobos que atacaban el ganado.

Desde el chorco de los lobos retrocedemos unos pocos metros por carretera en dirección a Posada hasta que vemos este cartel indicador.

Tras una brevísima bajada cruzamos por un puente el río Cares.


Después del puente giramos a la izquierda por amplio camino.

Camino que no abandonaremos aunque a lo largo del recorrido veamos puentes para volver a cambiar de orilla. 

Los riscos que cuelgan sobre el valle están envueltos en nubes.

Y en apenas 15 minutos llegamos a la Ermita de Corona.

Dice la tradición que esta ermita dedicada a la virgen de Corona está erigida en el mismo lugar donde Pelayo fue coronado rey empezando la reconquista.

Desde aquí el camino se convierte en un agradable sendero rodeado de un intenso verde por todas partes.

Las perritas no paran de correr y disfrutar felices...estamos absolutamente solos en toda la ruta.

Llegamos a una primera zona de invernales en una pradera grande. Las invernales son construcciones de piedra donde se almacenaba la hierba de los prados del verano y donde el ganado se refugiaba de los lobos y de las nieves del invierno. 


A correr y correr.

Algunas de las invernales que vemos en el trayecto han sido compradas por particulares y están siendo rehabilitadas para usarse como vivienda.

Y a restregarse por el suelo ¡que felicidad perruna!

Seguimos camino por este precioso bosque.


Hora de calmar la sed de tanta carrera...

...y seguir disfrutando del Bosque de Corona.





Llegamos a las invernales de Santiján.




Después de charlar un buen rato con un matrimonio de ganaderos que nos encontramos segando hierba, volvemos por el mismo camino.


El Cares siempre presente.

Nieves está feliz en estos prados.



Así es por dentro una de las invernales donde se guarda la hierba y el ganado.


Este bosque es para recorrerlo despacito y respirarlo.



Y sin más, retrocediendo sobre nuestros pasos, volvemos al coche. Pero antes nuestras perritas se recuperan bebiéndose el río entero.


Paseíto sencillo apto para personas de cualquier condición física. No supone ningún tipo de desafío montañero. Tan sólo hace falta tener ganas de conocer un bosque precioso y saber apreciar la belleza de un entorno tranquilo y solitario.
Ideal para recorrer con niños, con perros, con personas que no les guste andar demasiado o para estirar las piernas si se tiene la tarde libre.
La ermita y el bosque de Corona. Nadie debe perdérselo.










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